La ONU y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han emitido alertas sobre un aumento significativo en la temperatura global promedio previsto para los próximos cinco años, entre 2024 y 2028. Se estima que la temperatura será entre 1,1°C y 1,9°C más alta que la del período preindustrial de 1850-1900. De acuerdo con los informes, existe una probabilidad del 47% de que la temperatura global durante este período exceda los 1,5°C, superando el aumento del 32% del informe del año anterior para el período 2023-2027.
Hacia el infierno climático
Es el “momento de la verdad” para la acción climática, ha apuntado el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, al presentar un amplio plan para reducir las emisiones, fortalecer la resiliencia, reformar los flujos financieros y abordar la industria de los combustibles fósiles, porque la trayectoria que sigue la humanidad y el planeta, nos adentra en un lugar oscuro y poco amigable para la vida tal y como la conocemos.
“En el caso del clima, no somos los dinosaurios. Somos el meteoro. No sólo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución”, apuntó el Secretario General de la ONU. La racha de calor de 12 meses fue “impactante pero no sorprendente” dado el cambio climático causado por el hombre, dijo Carlo Buontempo, director de Copérnico, quien también advirtió que lo peor estaba por venir. A menos que se reduzca drásticamente la contaminación por combustibles fósiles que calientan el planeta, “esta serie de meses más calurosos serán recordados como comparativamente fríos”, expuso.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha destacado que aún estamos lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París, que propone mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C y limitarlo a 1,5°C para finales de siglo. Los impactos del calentamiento global ya son evidentes, manifestándose a través de fenómenos climáticos extremos como olas de calor, lluvias intensas y sequías, junto con la reducción de las capas de hielo y el ascenso del nivel del mar. Estos eventos están causando estragos en el medio ambiente y afectando a millones de vidas alrededor del mundo.
Para frenar esta tendencia alarmante, es esencial reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Las implicaciones de no hacer frente a esta problemática incluyen la posibilidad de costos económicos masivos, junto con millones de vidas impactadas por condiciones climáticas extremas. Incluso si las temperaturas superan temporalmente los 1,5°C, no significa que el objetivo a largo plazo se haya perdido, ya que este se mide a lo largo de décadas, resaltó la OMM. La urgencia de actuar no puede ser subestimada, y la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático y proteger el medio ambiente para las futuras generaciones.