La OMS califica el talco como un producto “probablemente cancerígeno”

El talco y y el acrilonitrilo, dos elementos usados en productos de uso común, han sido añadidos recientemente a la lista de sustancias cancerígenas de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicado a la investigación de esta enfermedad en humanos.

Esta lista divide las sustancias y agentes en tres grupos según el riesgo potencial que suponen para la salud humana, en base a sus propiedades carcinógenas. Así, encontramos:

  • Grupo 1: carcinógeno para el ser humano. Las pruebas son suficientes y concluyentes para determinar que el agente puede provocar cáncer. 
  • Grupo 2: probablemente carcinógeno para el ser humano. Existen pruebas suficientes pero hasta la fecha no son concluyentes. 
  • Grupo 3: no puede ser clasificado respecto a su carcinogenicidad para el ser humano. No existen pruebas suficientes. 

Según la OMS, este mineral —utilizado frecuentemente en productos cosméticos y polvos corporales— ha sido ubicado en el nivel 2A de la clasificación de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC).

Esto implica que hay una evidencia limitada de que el talco pueda provocar cáncer en humanos, aunque ya se ha demostrado que causa cáncer en animales y tiene características de carcinógenos en sistemas celulares experimentales.

Según indica el estudio, los expertos han podido encontrar evidencia científica limitada de la incidencia de este componente en el cáncer de ovario en humanos, así como pruebas suficientes de su incidencia de cáncer en animales de experimentación. Sin embargo, esta sustancia podría haber sido contaminada con asbesto o amianto, una sustancia que induce tumores. 

El acrilonitrilo, por otra parte, es un componente que se aplica a la fabricación de fibras textiles, en el plástico de consumo o el caucho sintético. Previo a la nueva clasificación de la IARC ya existían estudios que confirmaban los efectos nocivos de la exposición al acrilonitrilo, que incluyen mareos y náuseas, dolor de cabeza o incluso la muerte. Los principales afectados son aquellos involucrados en los procesos de producción, quienes están expuestos a altas cantidades de este producto, aunque también se encuentra en el humo del tabaco. 

La investigación ha encontrado evidencia suficiente de que el acrilonitrilo puede causar cáncer de pulmón en humanos, y pruebas limitadas de cáncer de vejiga.