“Lo que vimos ayer en Venezuela no tiene otro nombre más que fraude”, Nayib Bukele habla tras elecciones en Venezuela

El presidente salvadoreño Nayib Bukele calificó como “fraude” las elecciones presidenciales de Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral de ese país declaró a Nicolás Maduro como presidente.

“Lo que vimos ayer en Venezuela no tiene otro nombre más que fraude. Una ‘elección’ donde el resultado oficial no tiene relación con la realidad. Algo evidente para cualquiera”, sostuvo Bukele en su cuenta de X.

Recordó que llevaban rotas las “relaciones diplomáticas con (Nicolás) Maduro desde hace 4 años”, cuando su Gobierno ordenó la salida de la misión diplomática del país suramericano en noviembre de 2020.

En respuesta a la publicación de Bukele, el Gobierno de Venezuela expresó que no tiene interés en relacionarse “con un delincuente como” el presidente salvadoreño, a quien llamó “fascista y corrupto”.

“Presidente fascista y corrupto, nosotros no queremos relacionarnos con un delincuente como tú, que solo buscó a Venezuela para intentar enriquecerse con nuestro petróleo”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de la nación caribeña, Yván Gil, en X (antes Twitter).

Este lunes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó presidente a Maduro de manera oficial, después de que anunciara la noche del domingo que el chavista, en el poder desde 2013, ganó los comicios con el 51.2 % de los votos, mismo resultado que brindó cuando se habían escrutado el 80 % de la actas y a falta de más de dos millones de votos por contar.

Entretanto, el abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, obtuvo el 44,2 % de los sufragios, de acuerdo con el primer y único reporte público del CNE, que no precisó a qué candidatos han ido a parar los 2.394.268 votos de los que no se informó.

Miles de venezolanos salieron este lunes a las calles de Caracas y varias regiones del país a protestar contra el resultado otorgado por el CNE a Maduro, que le adjudica un 51.2 % de los sufragios, un resultado dudoso para los opositores y gran parte de la comunidad internacional